Dibujar, trabajar, tomar apuntes, hacer journaling, anotar recetas, escribir poesía… ¿existe algo que no podamos proyectar en un cuaderno? No hay herramienta más fiel: nunca se queda sin batería, podemos desplegar sus páginas en parques, cafés, estaciones de tren; guardarlo como un tesoro en el lugar más destacado de nuestra biblioteca o tirarlo en el fondo de la mochila más gastada.
En el mercado hay miles de opciones y tantas posibilidades pueden ser abrumadoras; como heavy-user de cuadernos de todo tipo armé esta nota para ayudarte a elegir tu compañero de aventuras ideal.
Fans del papel: siempre
Antes de empezar, unas palabras a favor de las herramientas analógicas. Sí, admito que estoy redactando esta nota en una notebook: cuando me siento en mi escritorio a escribir un rato largo, es lo más cómodo. Pero por algún motivo, cuando tengo que “pensar fuera de la caja”, deslizar el lápiz por el papel parece conectar mejor mis neuronas. La opacidad del papel se lleva mejor con mis ojos que la pantalla, me gusta tachar, hacer flechas, me divierte usar resaltadores, biromes de colores.

También me suma que no haya distracciones: ¿cuántas veces agarraste el celular para anotar algo, y al pasar la pantalla de bloqueo encontraste que tenías un mensaje, empezaste una conversación y te olvidaste por completo lo que ibas a escribir?
Y que no se quede sin batería, ni necesite internet, ni me pida incesantes actualizaciones o me atormente con publicidades para que pague una opción premium.
Tener un cuaderno a mano, que usarlo sea tan sencillo como abrirlo y escribir, puede ser la diferencia fundamental para capturar esa idea mágica antes de que desaparezca en la vorágine del día a día.
¿Cómo elegir el tuyo?
La primera y evidente pregunta es para qué lo vas a usar. A partir de ahí, ¡oh, felicidad! un sinfín de posibilidades para todos los gustos: tapas blandas y duras, formatos pequeños o grandes, encuadernación cosida o anillada, hojas lisas, rayadas, punteadas, cuadriculadas, papeles gruesos, blanquísimos, ahuesados… exploremos algunas de las opciones más utilizadas:
Para tomar apuntes
Si bien muchos estudiantes toman apuntes en su laptop, está comprobado que tomar apuntes a mano te facilita procesar mejor la información, obligándote a jerarquizar el contenido, resumir y hacer cuadros sinópticos. En síntesis, tomar apuntes con la laptop te permite escribir más rápido, pero usar la mano y el lápiz activa tu cerebro.
El cuaderno ideal para el colegio o la facu tiene tamaño A4 para acomodar una gran cantidad de notas. Las hojas pueden ser cuadriculadas o rayadas, dependiendo de la materia que estés cursando.
Como lo estarás transportando en la mochila, es ideal que sea de tapas blandas (¡pero resistentes!) y de un gramaje de papel entre 80 y 90 grs: suficiente para escribir y tachar tranqui, pero sin que sume un peso exagerado. Anillado es mejor que cosido, porque hay muchas chances de que necesites arrancar páginas (para entregar un examen, pasarle unas notas a un compañero o descartar un apunte desprolijo luego de pasarlo en limpio.)
Súper extras: nuestra línea de cuadernos universitarios incluyen planificador anual y planificadores mensuales, tabla de horarios y, tal vez lo que más cambie tu forma de usarlo: ¡índice! Si querés encontrar algo en tu cuaderno, tener las páginas numeradas hace toda la diferencia del mundo. Probalo y contame en comentarios.
Para proyectar o diseñar
Según mi experiencia, en este caso no es tan relevante si la tapa es dura o blanda, o si el cuaderno es tamaño A4 o A5. Lo importante es la impresión de las páginas: ¿probaste las hojas punteadas?
El punteado es increíblemente flexible: es suficientemente pálido para ignorarlo si necesitás dibujar libremente, pero a la vez te aporta una estructura de guías perfecta para hacer cuadros, proyectar a escala o incluso escribir. Es como si tuvieras la posibilidad de que tus páginas fueran rayadas, cuadriculadas o lisas, según tu necesidad del momento. Casi mágico.
Empezá hoy a proyectar todas tus ideas con ésta nota.
Para hacer journaling
Escribir en un diario es un ejercicio hermoso de autoconocimiento. El cuaderno que usemos para esto tiene que ser un tesoro. Yo prefiero las tapas duras para que se mantengan intactos con el correr del tiempo, pero lo más importante es que sea un cuaderno que te den ganas de sentarte a escribir, que habilite un momento especial con vos. En este caso, la recomendación es que te regales la posibilidad de guardar tus recuerdos en un soporte bello e inspirador.
Si en tu proceso de journaling además de escribir te gusta dibujar, podés probar con cuadernos de hojas lisas de 120 grs: es un gramaje ideal, suficientemente grueso para trabajar con lápices y marcadores, pero cómodo también para escribir.

Para dibujar
En este caso lo fundamental es contar con hojas lisas y de buen gramaje. 150 grs permite trabajar con mixed media pero sin pesar demasiado: a todos nos gusta bocetar al aire libre. Además, la contratapa dura te habilita a dibujar en cualquier lado, sirviendo como superficie de apoyo. Que sea anillado también es importante, porque permite la apertura total del cuaderno (y arrancar la hoja para enmarcarla, porque tu arte lo merece).
Para hacer un diario de viaje
Admito que es un uso súper específico, pero es uno de los motivos por los cuales más nos consultan. Hace años que desarrollamos una línea específica con todo lo necesario para armar una bitácora de viaje: que sea liviano pero resistente, para aguantarse la mochila. Con hojas lisas de buen gramaje, que permiten registrar con libertad: dibujar, escribir, pegar boletos de tren y mini polaroids. Con elástico para poder guardar folletos, mapas y todos esos extras que van apareciendo en la ruta. Y como si fuera poco, incluye unos extras fundamentales: fichas de destino, cuadro de gastos, checklist de equipaje y otros.
La última pregunta, y tal vez la más importante es: ¿cuál te inspira más? ¿Cuál te da ganas de llevarlo a todos lados para lucirlo? ¿Cuál tiene esa frase que te impulsa a dejar de procrastinar y poner manos a la obra?

Algunos extras súper útiles
- Señalador de páginas imantado: el pequeño faro que nos ayuda a navegar ese mar de páginas.
- Washi tapes: para pegar papelitos en las páginas, para señalar, para decorar.
- Notas adhesivas pequeñas: marcan páginas y resaltan aquello importante que no queremos olvidar.

Cuaderno Cosido Punteado
ABSTRACCIONES por Agustina Basile

Cuaderno Cosido Punteado
AMARILLO FELIZ por Vik Arrieta

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BOTÁNICA por Lucila Perini
Contame en comentarios qué uso le das a tus cuadernos y qué características te gustaría que sumáramos a nuestras próximas colecciones.