Este año acompañamos el lanzamiento de la colección N°14 junto a Ver® con una exhibición especial que duró ¡solo 72 horas! ¿Te la perdiste? Te compartimos todo en esta galería.
Nunca antes nos habíamos animado a tanto (aunque ganas no nos faltaban). Sabemos el valor que este proyecto artístico-comercial tiene —por algo hace 14 años que lo repetimos— pero nunca antes intentamos validarlo frente a una institución como el Centro Cultural Recoleta. Aaaayy cuando nos aprobaron el proyecto… la alegría fue total: por primera vez podíamos compartir en un espacio prestigioso y abierto a todo público lo que nos atravesó al crear esta colección. Y cuando decimos “nos” y “atravesó” es porque: 1) somos un montón de personas las que estamos involucradas en este proyecto. Desde las 12 artistas, pasando por los equipos de marketing, de producto y los de dirección creativa: creeme, decenas de personas; y 2) porque cuando empezamos a pinponear el concepto con el equipo de dirección creativa y luego con las artistas, van pasando “cositas”. Caen fichas y fichones, se develan misterios y se descubren tesoros. Así de fantástico como suena porque somos #fansdelarte, de hacerlo, consumirlo y compartirlo. Así que no podíamos no tomar esta oportunidad con todo lo que teníamos para dar.

Cómo se pensó Obra del Arte
Obra del Arte nace en un contexto: a fines de 2022 —cuando esto se empieza a crear— el debate sobre inteligencia artificial estaba en auge. En el centro del debate una cuestión: ¿cuál es el límite a la hora de tomar referencias de obras y artistas previos? No piensen que les vamos a dar una respuesta porque todavía no la tenemos del todo resuelta. Pero esta pregunta por las referencias nos llevó a otra: cuando creamos “de la manera tradicional”, ¿cómo sabemos qué referencias estamos tomando? Y más aún… ¿cuántas veces declaramos esas referencias? ¿Por qué no lo hacemos? ¿Es “ego” de artista o es que no tenemos idea? ¿Es válido hacer arte dialogando con obras y artistas que ya no están? Nos explotó la cabeza y de ese big bang nació la idea: convocar a 12 artistas emergentes para que rescaten a 12 artistas de la historia, y establezcan un diálogo pasado-presente, pero esta vez, súper declarado. Porque además iba a funcionar como rescate de estas mujeres artistas de la historia, que no siempre estaban bien reconocidas.
La segunda parte fue elegir a las 24 artistas. Decidimos que las históricas tenían que representar varios períodos, tenía que haber un mix entre consagradas y no tan conocidas y que íbamos a darle un buen porcentaje a las nacidas en Argentina. Una vez que tuvimos esa selección, hicimos un ejercicio de matchmaking —armamos las duplas, quién con quién— en base a huellas que creíamos reconocer en el trabajo de la artista joven que hablaban de un vínculo con la fallecida. En algunos casos acertamos y había un registro de la refe, pero en la mayoría de los casos, las jóvenes artistas se llevaron una sorpresa. Tuvieron que investigar la vida y obra de la artista que les propusimos como base de inspiración. ¿El resultado? Nos explotó la cabeza de nuevo.

La artista 13: la Inteligencia Artificial
Ahora que habíamos logrado ese diálogo 100% humano, nos quedaba la duda de qué pasaba si la invitábamos a la Inteligencia Artificial a iterar este proceso desde su posibilidad técnica. ¿Qué pasaría? Para esta tarea llamamos a Federico Lamas, artista visual que estaba mejor empapado que nosotros de las posibilidades técnicas. En apenas una conversación, Fede nos abrió las posibilidades y decidimos trabajar sobre los artes nuevos generados con diferentes estrategias. Fede se llevó la tarea de explorar para cada obra qué pasaba y exponerlo, en vivo, en una sesión de VJ el día de la inauguración. Qué nervios, ¿no? Pero el resultado, una vez más (adivinen): si, nos voló la cabeza.

Para la exhibición, Vik Arrieta —cofundadora de Monoblock— escribió un texto curatorial a modo de prólogo, donde pudimos unir todos estos puntos (podés leerlo aquí). Y luego fue solo montar, recibir a todos con los brazos abiertos, celebrar —con el acompañamiento de nuestros amigos de Andes— y, en el mismo movimiento, auto-subirnos la vara para 2024.
Gracias a todas las personas que nos apoyan en nuestra aventuras creativas, especialmente a todo el equipo de Ver® —comandado por Carina García y Vivi Rosas (Ver®), dos mujeres que trabajan incansablemente en el backstage de todo este emocionante proyecto para que se haga realidad— y a nuestro propio equipo que lo da todo para que estas experiencias de arte sean tan hermosas como colectivamente las soñamos.
Las 12 obras en exhibición forman parte de la 14ava colección “Ver inspirada por Monoblock” y fueron aplicadas en una edición limitada de prendas de indumentaria que ya se encuentra disponible —por tiempo limitado— en los locales y en la tienda online de Ver [ www.ver.com.ar ].


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